“Black Panther llega a tomar su trono, con una película ingeniosa, llena de acción y una importante crítica política y social”.
Black Panther nos ubica justo después de los acontecimientos de Capitán América: Civil War, con el príncipe T'Challa regresando a Wakanda para asumir el trono que dejo su padre. Pero su ascenso no será fácil, pues tendrá que demostrar que esta preparado para reinar en una nación tecnológicamente avanzada pero muy arraigada a sus tradiciones.
Ryan Coogler (Creed). Es el encargado de adentrarnos a la mítica Wakanda, y lo hace de una manera excelente, presentándonos poco a poco el avanzado universo tecnológico. Combinando a la perfección la historia y elementos del personaje con la cultura africana, siendo esto lo mejor que tiene la cinta, y lo que ayuda a que se sienta autentica y original.
En general estamos ante una gran película de Marvel, con una historia más seria y madura que otras cintas del MCU. Sin embargo, aunque la historia está bien desarrollada, por momentos se siente en terreno ya visto y la cinta se vuelve predecible. Esto se debe a que sigue una línea argumental bastante conocida, que remonta a historias como El Rey León o la obra que la inspiro “Hamlet”.
Como todos sabemos, las películas de Marvel están llenas de humor y chistes, y esta no es la excepción, pero el humor empleado es bastante controlado, aunque con un par de chistes que se sienten fuera de lugar, pero en general es dinámico y fluido, no interfiriendo con la temática seria que nos quieren contar.
Chadwick Boseman, ofrece una actuación que cumple pero que no logra sobresalir. Pues, aunque el camino de T'Challa a lo largo de la cinta, permite que tenga un buen desarrollo, es constantemente opacado por otros personajes. Pero no es precisamente por la actuación de Boseman, más bien, así es la personalidad de nuestro héroe.
Sin lugar a duda es el reparto secundario el que se lleva todos los aplausos, pues Lupita N’yongo (Nakia), Angela Bassett (Ramonda), Forrest Whitaker (Zuri) y Danai Gurira (Okoye) se adueñan por completo de sus personajes, brindándolos de mucha personalidad. Mientras que Letitia Wright como Shuri nos entrega un personaje divertido, pero un poco forzado y Martin Freeman (aunque pareciera estar de sobra) tiene un par de buenos momentos. Sin embargo, es el personaje de Daniel Kaluuya (W'Kabi) el que no logra sobresalir, pues se siente gris y sin motivaciones creíbles.
Mención aparte para Andy Serkis como el amenazante Ulysses Klaue, cuyo carisma se apodera de la pantalla en cada momento de su participación.
Mucho se ha hablado del villano principal, el imponente Killmonger (N’Jadaka), interpretado por Michael B. Jordan. Quien, con una buena construcción del personaje logra sumergirnos en su psicología, haciendo que sus motivaciones lleven a cuestionarnos si deberíamos estar de su lado. Ahora bien, aunque el desarrollo del personaje es óptimo, este no logra sobresalir por completo, pero eso sí, nos deja con ganas de verlo de nuevo.
Otro aspecto sobresaliente es el diseño de producción, en donde destaca la hermosa fotografía, el impecable vestuario y las ingeniosas armas y artefactos basados en la cultura africana. Que, respaldados por el gran score y el excelente soundtrack, brindan al espectador una atmosfera real y autentica. Sin embargo, el uso de los efectos especiales es inconstante, teniendo momentos en donde se nota demasiado el CGI, aunque claro, esto no impide disfrutar de la experiencia.
Algo que no podíamos dejar de mencionar, es lo hecho por Kendrick Lamar con el soundtrack de Black Panther, pues no solo logro un balance perfecto con la película, si no también brindo a este de una voz propia, no por nada debuto en lo más alto de la lista Billboard.
En conclusión: La llegada de Black Panther al Universo Cinematográfico de Marvel, es trascendental, pues no solo busca la consolidación de nuestro héroe, si no también nos presenta una crítica social y política importante, pues la trama está cargada de potentes comentarios, que atacan los problemas de raza, de género, la injusticia social y la segregación racial. Convirtiéndose en la voz de toda una raza, que aun busca equidad.
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