El #Snydercut es una cinta bien lograda, que reivindica a nuestros héroes, presentando una parte del anhelado sueño que Snyder pensaba crear.
Después de mucha espera los fanáticos de DC pueden disfrutar del #Snydercut, el corte de 4 horas que presenta una versión completamente distinta a la de Whedon de 2017.
Si bien, la trama central es la misma, con Bruce Wayne buscando reunir a La Liga de la Justicia, tenemos un deleite de nuevas escenas y secuencias que le dan un sentido y espíritu diferente a la cinta, y es precisamente este, lo que reivindica a nuestros héroes, pues mientras que Whedon los presentaba temerosos ante la amenaza, en esta versión los vemos como verdaderos superhéroes, decididos a todo con tal de proteger el planeta.
Sabemos que de lo más criticado de Batman V. Superman (y en general de las películas de Snyder) es el montaje, pues le encanta meter escenas “profundas” que no tienen mucho sentido e incluso llegan a entorpecer la trama, sin embargo, esta vez las guarda para el final, manteniendo un gran equilibrio en el desarrollo de la historia, la cual va fluyendo capitulo por capitulo. Además, su extensa duración le permite desarrollar bien todas las subtramas que presenta, sin que llegue a sentirse saturada.
Las secuencias de acción son espectaculares a pesar del uso excesivo de cámara lenta, pero vamos una película de Snyder, sin cámara lenta no sería una película de Snyder.
Si algo no está a discusión es el excelente cast, y es que todos están esplendidos en sus respectivos papeles, sobresaliendo el Batman de Affleck y la Mujer Maravilla de Gadot quienes se vuelven el espíritu de la Liga, mientras que Mamoa, Miller y Fisher entregan actuaciones solidas que ponen en alto a sus personajes, sin embargo, volvemos al eslabón polémico del DCEU “Superman”, quien esta vez, se vuelve mas un hilo conductor de la historia, y aunque tiene secuencias geniales, se siente un poco gris a comparación del resto del equipo, pero eso sí, Henry Cavill sigue demostrando por qué merece portar la capa roja (o negra en este caso).
El villano Steppenwolf es otro que se reivindica, pues en esta versión no solo lo vemos como una gran amenaza, si no que incluso llegas a simpatizar con él y entender su búsqueda de validación. Y esto en gran medida se debe a su cuidado rediseño, el cual está perfectamente detallado, siendo amenazante cuando porta su armadura y adorable cuando se la quita.
Los efectos visuales son lo más flojo del #Snydercut, pero por una evidente razón y es que trabajar en efectos para una película de 4 horas, no era tarea sencilla, por lo que Snyder decidió concentrarse en el CGI de los personajes principales, sacrificando algunos escenarios y efectos en cámara lenta, sin embargo, esto no afecta la película o te saca de la experiencia.
Tom Holkenborg (alias Junkie XL), regresa tras su reemplazo en 2017 y lo hace con un score excelente que potencializa aún más la película, aunque eso sí, el uso de un par de canciones esta un poco de más.
En conclusión, puedo decir que Zack Snyder sabía que esta era su oportunidad de redención y lo hizo en grande, entregando un producto bueno, que encantara a los fans y con suerte brindara a DC de un nuevo aire. Esperemos que Warner lo entienda y muy pronto anuncie que el #Snydercut sea canon ¿se vale soñar? Si, pero recordemos que The Flash con Ezra Miller llegara con todo y el multiverso, por lo que de ser un excito podríamos tener grandes sorpresas para los próximos años.
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